La menstruación vivida como un tabú
Ciclo Armónico, Luna templo de la mujer
La posición social de la menstruación
Red de Conciencia Femenina
La menstruación vivida como un tabú
En la sociedad actual es todo un tabú el tema de la menstruación, casi no se habla ni se comparte y si se habla es lejos de los hombres. Muchas mujeres sienten asco al tener que enfrentarse a su propia sangre, mirarla y olerla (por eso la industria pone perfumes en las toallas sanitarias desechables).
Una sociedad machista y consumista llena de sufrimientos al no tener un ambiente que respete sus necesidades auténticas.
Cuando paramos un poco y conseguimos sentirnos, por ejemplo durante el ciclo menstrual, nuestra sensibilidad se intensifica aún más, pero lo común es huir inventando cualquier motivo para no enfrentar nuestros dolores ocasionados por traumas.
La publicidad ha tenido un rol muy importante en este aspecto: propagandas de toallas sanitarias motivando a la mujer a pasar su ciclo menstrual como si nada estuviera ocurriendo “use estas toallas tan finitas que usted ni las percibirá” y se presenta la imagen de una mujer montando a caballo con jeans súper apretados. ¿Será que ese comercial fue hecho por mujeres? ¿O por alguien que le interesa la salud de las mujeres y el bienestar del planeta?
No ver las consecuencias que esto acarrea es seguramente muy “práctico”. La frase más escuchada hoy en día es: “no tengo tiempo” o, a lo mejor no nos permitimos tiempo para nosotras mismas.
Ciclo Armónico, Luna templo de la mujer
Al utilizar bioabsorbentes la mujer se permite un tiempo para ella misma. Es una terapia de gran poder de auto conocimiento y aceptación.
Al inicio cuando se pasa del sistema de uso de toallas desechables al uso de bioabsorbentes, pasamos por un proceso de adaptación, tenemos que darnos tiempo para lavarlas, para guardarlas y dejarlas listas para el próximo ciclo. Podemos sentir las más variadas sensaciones pero como todo proceso requiere un tiempo, que depende de cada mujer y su sensibilidad; poco a poco se va dando gracias de permitirse este tiempo y pasar este proceso profundo conscientemente como una bendición de la creación, y no como un sacrificio. Ella pasa a percibir lo que esta aconteciendo con su cuerpo y con su espíritu, mira a su sangre y la devuelve a la tierra, continuando así el ciclo en armonía.
En muchas tradiciones ancestrales el tiempo de la menstruación, era considerado un tiempo sagrado de la mujer, en el cual ella era honrada como madre de la creatividad. Durante ese tiempo, ella debía liberarse de las energías antiguas que su cuerpo venía cargando y prepararse para la reconexión con la fertilidad de la madre tierra, de la cual sería portadora la próxima Luna o el próximo mes.
Sabemos que aún continúan estas prácticas en algunas culturas y nosotras podemos unirnos a éstas, aprendiendo a devolver a la tierra nuestra sangre y continuar este ciclo sagrado que nos permite abrir una puerta de saberes profundos y obtener muchas sorpresas.
Hay una historia muy linda que dice:
En un bosque hubo un incendio muy grande, un pequeño picaflor al ver lo que pasaba voló hasta una vertiente de agua y en su pequeño pico recogió una gotita, que era lo que podía cargar y la llevo para apagar el fuego. Fue muchas veces, gota por gota, gota por gota, hasta que un águila le dijo “hey pequeño, tú nunca vas a poder apagar ese incendio, es muy grande para ti con tus gotitas”. El colibrí respondió: “Yo estoy haciendo mi parte”. Así nosotras también estamos haciendo nuestra parte, construyendo primero la conciencia en nosotras mismas y al mismo tiempo siendo una irradiación para el mundo.
“Tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo” Mahatma Ghandi
La posición social de la menstruación
Fuente: libro Luna Roja de Miranda Gray
Durante cientos de años el ciclo menstrual femenino ha generado desprecio y aversión, al considerársele un sucio signo de pecado cuya existencia reforzaba la inferioridad de la mujer en la sociedad, dominada por el hombre. Incluso hoy en día se piensa en la menstruación como una desventaja biológica que transforma a la mujer en una trabajadora emocional, irracional, inestable y en la que no se puede confiar. Raramente se habla abiertamente de la regla, a menos que sea en términos médicos. Así, a pesar de tratarse de un proceso natural, sigue creando barreras entre madres e hijas, maridos y mujeres, hermanas o amigas, y provoca que muchas mujeres vivan odiándose a si mismas y sintiéndose culpables por la depresión, irritabilidad, hinchazón que padecen durante esos días del mes. ¿Cuántas de ellas han transmitido su odio y su miedo a sus hijas, bien con palabras o bien a través de su comportamiento? ¿Cuántas han sufrido una primera experiencia menstrual aterradora por no saber nada acerca del tema o tan solo saber los aspectos clínicos, los cuales no explicaban en lo más mínimo el modo en como se sentían? En la sociedad moderna donde los ritos de transición ya no existen, ¿cuántas niñas realmente sienten que gozan del don de ser mujer?, y a cuantas se las ha guiado para convertir esta experiencia en una fuente de crecimiento?. El hecho de que la mujer aprenda a descubrir los dones que encierra su propia menstruación y a verla en forma positiva, hará que luego pueda ayudar a sus hijas a aceptar su condición femenina y los ciclos que le son propios.
Red de Conciencia Femenina
Somos varias mujeres trabajando de varias formas con un mismo objetivo: El rescate femenino, vivir la conciencia femenina, asumir esta energía.. Cada una con su don, su actividad, su forma de ser y vivir. Proponemos juntarnos, crear esta red, dejar la competencia tan presente en las mujeres y en la sociedad, planteamos cooperar, encontrarnos, compartir saberes, y experiencias.
Si estas interesada en ser parte de esta red, escríbenos!
Una sociedad machista y consumista llena de sufrimientos al no tener un ambiente que respete sus necesidades auténticas.
Cuando paramos un poco y conseguimos sentirnos, por ejemplo durante el ciclo menstrual, nuestra sensibilidad se intensifica aún más, pero lo común es huir inventando cualquier motivo para no enfrentar nuestros dolores ocasionados por traumas.
La publicidad ha tenido un rol muy importante en este aspecto: propagandas de toallas sanitarias motivando a la mujer a pasar su ciclo menstrual como si nada estuviera ocurriendo “use estas toallas tan finitas que usted ni las percibirá” y se presenta la imagen de una mujer montando a caballo con jeans súper apretados. ¿Será que ese comercial fue hecho por mujeres? ¿O por alguien que le interesa la salud de las mujeres y el bienestar del planeta?No ver las consecuencias que esto acarrea es seguramente muy “práctico”. La frase más escuchada hoy en día es: “no tengo tiempo” o, a lo mejor no nos permitimos tiempo para nosotras mismas.
Ciclo Armónico, Luna templo de la mujer
Al utilizar bioabsorbentes la mujer se permite un tiempo para ella misma. Es una terapia de gran poder de auto conocimiento y aceptación.
Al inicio cuando se pasa del sistema de uso de toallas desechables al uso de bioabsorbentes, pasamos por un proceso de adaptación, tenemos que darnos tiempo para lavarlas, para guardarlas y dejarlas listas para el próximo ciclo. Podemos sentir las más variadas sensaciones pero como todo proceso requiere un tiempo, que depende de cada mujer y su sensibilidad; poco a poco se va dando gracias de permitirse este tiempo y pasar este proceso profundo conscientemente como una bendición de la creación, y no como un sacrificio. Ella pasa a percibir lo que esta aconteciendo con su cuerpo y con su espíritu, mira a su sangre y la devuelve a la tierra, continuando así el ciclo en armonía.
En muchas tradiciones ancestrales el tiempo de la menstruación, era considerado un tiempo sagrado de la mujer, en el cual ella era honrada como madre de la creatividad. Durante ese tiempo, ella debía liberarse de las energías antiguas que su cuerpo venía cargando y prepararse para la reconexión con la fertilidad de la madre tierra, de la cual sería portadora la próxima Luna o el próximo mes.
Sabemos que aún continúan estas prácticas en algunas culturas y nosotras podemos unirnos a éstas, aprendiendo a devolver a la tierra nuestra sangre y continuar este ciclo sagrado que nos permite abrir una puerta de saberes profundos y obtener muchas sorpresas.
Hay una historia muy linda que dice:
En un bosque hubo un incendio muy grande, un pequeño picaflor al ver lo que pasaba voló hasta una vertiente de agua y en su pequeño pico recogió una gotita, que era lo que podía cargar y la llevo para apagar el fuego. Fue muchas veces, gota por gota, gota por gota, hasta que un águila le dijo “hey pequeño, tú nunca vas a poder apagar ese incendio, es muy grande para ti con tus gotitas”. El colibrí respondió: “Yo estoy haciendo mi parte”. Así nosotras también estamos haciendo nuestra parte, construyendo primero la conciencia en nosotras mismas y al mismo tiempo siendo una irradiación para el mundo.
“Tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo” Mahatma Ghandi
La posición social de la menstruación
Fuente: libro Luna Roja de Miranda Gray
Durante cientos de años el ciclo menstrual femenino ha generado desprecio y aversión, al considerársele un sucio signo de pecado cuya existencia reforzaba la inferioridad de la mujer en la sociedad, dominada por el hombre. Incluso hoy en día se piensa en la menstruación como una desventaja biológica que transforma a la mujer en una trabajadora emocional, irracional, inestable y en la que no se puede confiar. Raramente se habla abiertamente de la regla, a menos que sea en términos médicos. Así, a pesar de tratarse de un proceso natural, sigue creando barreras entre madres e hijas, maridos y mujeres, hermanas o amigas, y provoca que muchas mujeres vivan odiándose a si mismas y sintiéndose culpables por la depresión, irritabilidad, hinchazón que padecen durante esos días del mes. ¿Cuántas de ellas han transmitido su odio y su miedo a sus hijas, bien con palabras o bien a través de su comportamiento? ¿Cuántas han sufrido una primera experiencia menstrual aterradora por no saber nada acerca del tema o tan solo saber los aspectos clínicos, los cuales no explicaban en lo más mínimo el modo en como se sentían? En la sociedad moderna donde los ritos de transición ya no existen, ¿cuántas niñas realmente sienten que gozan del don de ser mujer?, y a cuantas se las ha guiado para convertir esta experiencia en una fuente de crecimiento?. El hecho de que la mujer aprenda a descubrir los dones que encierra su propia menstruación y a verla en forma positiva, hará que luego pueda ayudar a sus hijas a aceptar su condición femenina y los ciclos que le son propios.
Red de Conciencia Femenina
Somos varias mujeres trabajando de varias formas con un mismo objetivo: El rescate femenino, vivir la conciencia femenina, asumir esta energía.. Cada una con su don, su actividad, su forma de ser y vivir. Proponemos juntarnos, crear esta red, dejar la competencia tan presente en las mujeres y en la sociedad, planteamos cooperar, encontrarnos, compartir saberes, y experiencias.Si estas interesada en ser parte de esta red, escríbenos!
